miércoles, 26 de septiembre de 2012

El compromiso

Hola a todos/as:


Que las cosas que van mal siempre pueden empeorar es una ley inexorable que recoge hasta el refranero popular desde tiempos inmemorables.

¿Por qué digo esto?

Hoy me levanté queriendo ser optimista y mirando hacia el futuro en positivo. Pero no pudo ser. Finalmente, alguien me ha bajado a la cruda realidad.

Por desgracia, las personas hemos perdido algo que en otros tiempos, al menos, era una garantía de que las cosas podrían ir bien: se ha perdido el significado del compromiso. Y me refiero con esto a que, antaño, una persona podía cerrar un trato con alguien con solo estrecharse la mano, como símbolo de rúbrica, ya que habían llegado a un concierto, un compromiso; se habían dado la palabra de un cumplimiento futuro. Y esto era suficiente.

¿Qué ocurrió por el camino? Que el sentido del honor, la capacidad de cumplir una palabra dada sobre cualquier otra cosa, se perdió. Y fue entonces cuando empezaron a surgir los abogados y los contratos cada vez más engorrosos que justificaban su razón de ser y sus caros emolumentos, y ya nada fue igual.

A partir de ese momento, nadie era capaz de cerrar un trato con tan solo dar su palabra sino que era necesario e imprescindible plasmarlo en un contrato por escrito. Y se abrió la veda a los incumplimientos porque si se era capaz de pactar una cosa en una reunión, y luego modificarla en un contrato, ¿para qué cumplirlo estrictamente si luego siempre se podía ir a un juicio donde todo dependería del criterio de otros abogados y de los jueces que, al fin y al cabo, también son abogados?

Quizás haya personas que lean esto y piensen que soy una especie de dinosaurio porque considero que la palabra dada debería ser respetada hasta el final. Pero es que nuestra sociedad sería mucho mejor y nos hubiéramos evitado esta especie de caos decadente en que se ha convertido nuestro país, donde todos mienten sin el más mínimo reparo y donde además esa mentira se acepta como algo lógico e irremediable.

Cualquier sociedad debe impregnarse de unos valores que deben ir calando desde arriba a todas las capas y niveles de la misma. Sin esto, no existe una sociedad organizada. No quiero entrar a adoctrinar sobre qué valores son o no los adecuados, pero lo que es innegable es que esos valores deben tener su origen en la historia de esa sociedad, en su acervo cultural, político y religioso. Y que lo lógico es que, conforme una sociedad avance y se desarrolle, se vayan adquiriendo valores cada vez más admirables. El problema surge cuando la evolución va en sentido contrario y los valores que se van adoptando como aceptables son los menos adecuados: el individualismo, la mentira como base de la existencia, el egoísmo, el nepotismo, la negación del sentido común, etc…

Por desgracia, hoy me han demostrado una vez más que hemos escogido ese camino que, en realidad, nadie sabe adonde nos va a llevar pero que sí sabemos hasta donde nos ha llevado hasta ahora.

Quizás el calendario maya tenía razón, al menos en lo que a España se refiere.

lunes, 24 de septiembre de 2012

Hoy es el inicio

Hola a todos.
Desde hoy, inauguro este blog donde me gustaría compartir mis experiencias, mis pensamientos y mis reflexiones sobre cualquier tema que vaya surgiendo y que considere que puede ser de interés.
Y me gustaría recalcar en especial la palabra compartir, puesto que deseo que este espacio sea realmente un foro abierto donde cada persona que desee intervenir no se sienta como un invitado sino que se considere parte implícita de esto que vamos a ir construyendo poco a poco y paso a paso.
Sólo permitirme que ponga una única condición: que todos y cada uno de los que aquí intervengan expresen lo que quieran de la forma más sincera posible.


En primer lugar, quiero explicar que esto ha surgido como una necesidad de expresión y divulgación por la publicación de mi primer libro, una novela titulada "TODO LO QUE TE PUDE DAR", editada por ÉRIDE EDICIONES.


¿Qué puede decir un padre de su creación? Evidentemente, pocas cosas negativas. Y aunque intentase ser lo más imparcial posible, seguro que nunca llegaría a lograrlo totalmente.

Ayer, en una reunión con amigos, me hicieron la siguiente pregunta:  "¿Por qué escribiste esta novela?"
Esa es una buena pregunta....Y la respuesta, como siempre que alguien hace una pregunta inteligente, no es sencilla, pero voy a intentar salir airoso de ella.
Sinceramente, lo empecé porque tuve esa necesidad. Surgió desde dentro, como algo espontáneo. Sin querer, me encontré dándole vueltas a una historia que iba tomando forma en mi interior y que me empujaba a plasmar en una hoja lo que en esos momentos iba saliendo al exterior.
Así me encontré con que una mañana llené una par de hojas de lo que era el esbozo del inicio de la historia. Y cuando lo leí, me gustó.
Y entonces fue cuando comenzó el proceso creativo de la novela; o sea, que "las musas" empezaron a inspirarme.
Y partiendo de un guión establecido y de unos personajes principales definidos, debo decir que había veces, algunas, que la historia iba surgiendo de mi mente de forma fluida y llevándome hacia terrenos que no había planeado explorar en absoluto. Curioso, pero era como si la historia y sus personajes cobrasen vida y quisieran participar en la trama haciéndome escribir cosas que, de alguna forma, ellos querían que pasase, transformándome en un mero transmisor de la historia, en vez de en un creador.

¿Por qué os cuento todo esto? Vale, ya se que habrá muchas personas que no les va a interesar todo este rollo. Evidentemente, no es este el blog apropiado para ellos. 
Lo escribo para aquellos que, en algún momento de su vida, sintieron la necesidad de transmitir algo y no lo hicieron por vergüenza, timidez o qué se yo. Ese es el objetivo final de mi blog de hoy. Animar a todos los que sientan esa necesidad a dejarse llevar y a conseguir hacer su sueño realidad.
No pretendo dar lecciones de cómo escribir una novela ni creo estar capacitado para ello. Más bien todo lo contrario. Lo que deseo en esta primera entrada del blog es animaros a no creer en las barreras que parece que existen. 
Nadie tiene el secreto del éxito. Todo eso son patrañas. ¿Cuantas veces habéis leído que una novela que nadie quería editar se convirtió finalmente en un best seller? ¿Cuántos cantantes han ido enviando maquetas sin que nadie les prestase la más mínima atención hasta que finalmente, por una u otra causa, consiguen algún éxito? 
De verdad que nadie tiene la capacidad de saber lo que triunfará. 
No os desaniméis porque una editora os diga que vuestro libro no encaja en sus planes actuales. Pensar que lo más probable es que lo haya leído una sola persona que, en esos momentos, se encontraba ojeando varios libros más y que, seguramente, lo va a abrir aleatoriamente por alguna página que, puede ser dado que las Leyes de Murphy son implacables, no sea la mejor que has escrito. Pues por la opinión de una persona, por muy experto que sea, juzgarán tu obra sin tener en cuenta que incluso los libros más vendidos no les gusta a todo el mundo sin excepción.

No se si mi novela llegará a venderse mucho, poco o poquísimo. Realmente, eso es algo muy difícil de predecir. Y estaría incumpliendo la única condición que he impuesto en este blog si dijera que no me importa. ¡Por supuesto que me gustaría que mi libro se vendiera muchísimo y que la gente disfrutara con su lectura!. 
Lo sí que puedo asegurar es que, pase lo que pase, estoy viviendo y sintiendo una experiencia diferente que espero sirva para hacerme mejor persona y para conocer nuevos amigos, aunque sea a través de este medio.