martes, 20 de noviembre de 2012

Todo tiene su explicación

Hace años que estamos soportando esta maldita crisis que nos está provocando un empobrecimiento material y espiritual hasta niveles insospechados por la mayoría de nosotros. Y lo peor de todo es que no se ve la luz al final del túnel; más bien, todo lo contrario. Y no se trata de que sea más o menos pesimista: son los hechos obstinados y el sentido común los que me llevan a pensar así.

De un cierto tiempo a esta parte, la gente parece que se ha dado cuenta que vivimos en un país donde no existe una democracia real y donde las estructuras principales de la nación (el poder ejecutivo, el legislativo y el judicial) no funcionan correctamente o, lo que es peor aún, funcionan de manera parcial para proteger siempre a una oligarquía determinada que está conformada por ellos mismos; o sea, por la clase política y por el poder económico que los sustenta y los financia. Es pues razonable pensar que no tiene ninguna lógica que los mismos que han provocado el problema con el fin de obtener increíbles beneficios, vayan a ser los que lo resuelvan, puesto que para ello tendrían que renunciar a muchos de esos beneficios obtenidos y a los privilegios que ellos mismos se han adjudicado. 
Bien, hasta ahí no descubro nada nuevo.
 
¿Quién puede solucionar el problema entonces?
La solución vuelve a ser la aplicación de lo más básico (y más valioso) que tiene el ser humano: el sentido común. 
Si alguien tiene una tubería rota y se le está inundando su casa y la del vecino, ¿qué es lo que hace? Pues llamar a un profesional: a un fontanero; y además, intentamos llamar al mejor. 
Pues eso. Todos estamos en un barco que tiene vías de agua y boquetes en el casco; no le funciona el motor ni las hélices ni el sistema eléctrico y hay que llamar a los mejores profesionales de cada rama para que lo intenten arreglar, y no a los que han provocado esos mismos estropicios con su falta de rigor, incapacidad y mal hacer. Tampoco es tan difícil, ¿verdad?
No me quiero extender mucho sobre esto porque ahora existen multitud de libros, trabajos, publicaciones y blogs de expertos que versan sobre lo que estamos tratando.
Sin ir más lejos, uno de los blogs que pongo aquí, en Mi Lista de Blogs, y que se llama "El disparate económico", es totalmente aconsejable para aquellos que quieran descubrir todo el entremado económico-financiero que nos está llevando a retroceder dos décadas. Su autor es una mente preclara y por eso desaprovechada en este país: el profesor Roberto Centeno.

Mi humilde aportación va a ser un documento que me pasaron y que, según asegura el email donde venía adjunto, se le atribuye a Avram Noam Chomsky, lingüista, activista  y filósofo estadounidense; una de esas mentes brillantes que podría formar parte de ese grupo de profesionales que, como antes relataba, deberían hacerse cargo de arreglar nuestro maltrecho barco (también incluiría en ese grupo al reseñado profesor Centeno)
Pues bien, quiero adjuntar un enlace con el documento referido para que aquellos que tengan todavía algunas dudas de como se ha podido llegar a esta situación, se le despejen totalmente. Espero que lo disfrutéis:
Teoría de Chomsky